Me asomo al balcón de mi ventana y te veo: mi dulce enamorado.
Este verano me he vuelto a enamorar...
He vuelto a sentir las caricias de sus brazos ardientes, el fuego de su corazón, su mirada cómplice y su alegría de volver a verme.
Durante dos años hemos estado separados.
Cuando él se asomaba yo me escondía. Los días de nuestras vidas juntos eran incompatibles.
Otro enamorado ocupaba mi vida: el tratamiento de quimioterapia y radioterapia:
Dominante, destructivo, abrasivo, egoísta, caprichoso y solitario.
Envuelta en sus redes, me tenía bajo su control como una esposa maltratada.
Guiaba mis pasos amenazante de dañar mi cuerpo, cerrar mis ojos y llevarme a la profundidad de las tinieblas.
Gracias a tus recuerdos he sobrevivido, mi verano, mi sol, mi playa, mi amor...
Pero ahora te me vas de nuevo; pero es un hasta luego, un hasta pronto.
Me has cargado de la fuerza suficiente, del amor cómplice para esperarte durante todo este tiempo.
Mi cuerpo, mi corazón, mi vida, toda yo, luchará con esperanza e ilusión ese día de reencuentro donde volvamos a fundirnos en las profundidades de nuestros sueños...de la vida maravillosa que volveremos a compartir el uno al lado del otro.
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