La añoranza del pasado y los recuerdos de lo vivido con nuestros amados seres, surge de nuevo, con mas intensidad, en estos días de noviembre.
Te das cuenta lo mucho que tu corazón los ama y los llantos de tu alma ante su ausencia.
Nada es igual. Pasa el tiempo y recuerdas con dolor mas intenso su ausencia. Te consuelas en la esperanza que se fueron a un mundo maravilloso donde la alegría es su símbolo y la felicidad su contraseña.
Gracias a esos pensamientos tu dolor se modera y tu amiga la tristeza se hace a un lado. No temes la muerte porque sabes que, algún día, te reunirás con ellos al cruzar el umbral que nos separa.
Sientes el calor de su mirada y la protección de su compañía. Cuando te sientes triste, en peligro, preocupada, indecisa, melancólica, deprimida...les hablas y sientes que están ahí casi...casi... rozándote con sus dedos. Emanan un calor y una luz que te hacen sentir mejor, y seguir en la lucha.
Tus pensamientos se transforman y contra todo pronostico te sientes mucho mejor.
Recuperas tu alegría...compartes las emociones...
Esas emociones tan especiales que solo las entiendes desde el corazón y ante la perdida sufrida. Su rostro, su voz, su persona, perduran en el tiempo y nuestras lágrimas de alegrías vividas en tu presencia junto con nuestras lágrimas de tristeza en tu partida nos ayudan a seguir adelante.
Siempre permanecerás en nuestros corazones...siempre estaré contigo...siempre te amaré.
Oniris
Oniris