viernes, 9 de mayo de 2014

Vivencias personales

Cuando la emoción supera la realidad, sobran las palabras.





Las oportunidades que regala la vida son infinitas. Una y otra vez se van haciendo caminos que te llevan a lo desconocido y abriendo puertas que crees cerradas para sorpresa de tu caminar diario. Doy gracias a tanta generosidad que me acompaña en cada paso que doy.

Gracias a tanta salud que sigue protegiéndome con su manto desde el mismo momento que fui diagnosticada de cáncer de mama. Gracias a tantas alegrías que consiguen hacerme la vida más divertida. Gracias por haber conseguido abrazar este fin de semana a mi alma gemela. Fueron unos días a su lado llenos de amor y felicidad.

La vida me hizo este milagro regalándome estos momentos inolvidables. Hemos viajado a Barcelona para visitar a nuestro hijo Jorge. Fueron cuatro días fantásticos a su lado, y en compañía de Andrea, su familia y mis amigos Bego, Carlos, Mary y Manolito.

Las madres nos apagamos en nuestro ser cuando vemos a nuestros hijos coger vuelo, pero nos volvemos a iluminar, en cada encuentro con ellos y confirmar que están bien, que todas nuestras enseñanzas, todos nuestros ejemplos y consejos perduran en el tiempo,como lecciones de vida.

Gracias a la ciudad que lo acoge bajo su manto, lo mima y lo cuida como madre que protege a su hijo. Gracias Barcelona, ciudad majestuosa y fantástica donde el caminar se hace ameno, entusiasta y sorprendente admirando tus paisajes. Gracias a toda su gente. Gracias muy especialmente a Marcos de Catalunya Radio, por tanta generosidad que alberga en su corazón.

La ciudad de los sueños...me ha encantado; me parece una ciudad,esplendida, mágica, acogedora y llena de vida. Nos han hecho sentir como en casa. Me ha hechizado con su belleza tal cual dama humilde la esconde en el reflejo de su mirada. Me ha enamorado.

Cuando la vida sigue siendo un milagro, las fuerzas continúan y el amor y la alegría al unirse...son infinitos.





Esto me ha sucedido a mi, durante este puente del 1 de mayo.

La ilusión era quedarme pero la realidad fue volver.
                                                                                            Oniris