domingo, 20 de abril de 2014

Semana Santa

Semana Santa...Semana de pasión, de rezos, devoción y contemplación.

Los creyentes, como yo, lo celebramos con fe y agradecimiento. Somos consciente del dolor sufrido por la Virgen  María, ante la muerte de su hijo Jesús. Todo ello nos lleva a pensar a veces, que nuestro sufrimiento es insignificante al lado del suyo.

Nos quejamos por todo, cuando realmente los dolores importantes son otros. Somos débiles y ante nuestra debilidad, pensamos que la vida es injusta por tratarnos tan duramente.
Os animo a pensar y a ver la vida con los ojos de María, nuestra madre, como símbolo de la esperanza y del amor.

Ella con su fe y su buen hacer, nos dio un gran ejemplo de vida y coraje, y supo perdonar y amar.
Los cristianos debemos dar gracias y vivir nuestra vida con fervor y fe, intentando seguir su ejemplo siendo mejores cada día.

El camino que nos marcamos nos lleva, a veces, al abismo de la maldad con los demás, pero no debemos dejarnos tentar por  ello. Es duro pero no imposible. Con la sencillez que alberga nuestro corazón, la luz de la bondad hace milagros.

Y ahí debemos llegar todos para ser felices.
                                                                            Oniris

lunes, 14 de abril de 2014

La vida en un suspiro


Mi dolor a lo largo de todos estos días ha sido tan profundo que cerrando mis ojos, apagando mi corazón y escondiendo mis pensamientos, no lograba levantarme un día tras otro.

Nada florece, nada ilumina, nada brilla, nada vive. Toda vida está muerta, toda ilusión esta perdida, toda alegría está triste.

Intentas no dejarte dominar por esos sentimientos tan negativos que hacen daño a tu corazón. Piensas que la vida es bella, muy bella a pesar de tanto dolor y oscuridad.

Creas un jardín de la alegría de distintos colores y flores. La nostalgia de tiempos pasados llenos de risas y alegrías buscan un rincón donde quedarse.

Necesitan florecer y volver a perdurar en el presente con el día a día.

Nuestro corazón es como un diamante: aparte de ser una gran joya, es duro, resistente, único...

Mi sanación es el recuerdo a mi mamá por su partida a la luz del más allá: "Tú llevabas el universo en tu alma; tu elevabas el dolor  en la misma sintonía que LA FELICIDAD.

Escuchar tus palabras me hacían fuerte. Lo difícil se hacía fácil y lo imposible se hacia posible. Las palabras...dolor, sufrimiento, tristeza, pena... no formaban parte de tus pensamientos aunque si de tu vida porque tu convertías el dolor en fuerza, el sufrimiento en tesón, la tristeza en alegría y las penas en ánimos.

Contigo la vida había perdido la batalla porque tu se la ganaste hasta el último suspiro de tu aliento. Fuiste muy valiente, y con tu coraje te enfrentabas a todos los avatares de la vida misma.

Con tu amor de madre nos enseñaste a no tener miedo a enfrentarnos a las adversidades y a hacerlo con la firmeza del buen hacer y siempre de manera positiva. Nos enseñaste a respetar a los demás, a ser caritativos y generosos y a ofrecer nuestra mano a quien la necesitara. Nos enseñaste a ser las primeras en las cosas bien hechas, el trabajo, la amistad, la familia, la unión... 

UN GRAN EJEMPLO DE CONCORDIA.

Desearía tenerte a mi lado. Mi vida sería más sencilla.

Ahora cuando la niebla se cierra bajo mi cielo, la oscuridad se hace interminable. A  donde quiera que mire mi mundo está oscuro, triste y desolado. Sin ti mi vida ya no es la misma..Extraño tu amor que llenó mi vida. Viviré con tus recuerdos que hacen fuerte mi corazón.

TE QUIERO MAMÁ.
                                            Oniris